Hemos diseñado este vestido, a partir de una fotografía de la abuela Carmen de María, la llaman Carmen la gordita y así se llama el modelo de vestido.
Trabajar a medida siempre es precioso, pero con puntos de partida tan personales el proceso se convierte en un trabajo en torno al afecto y el cariño.
Os dejamos el texto que ha escrito María Sánchez para hablar de este vestido.
“aquí los que no ven el mar/ se les reconoce / porque siempre / llevan / una espiga / clavada / en el pecho” Así es el último poema de Cuaderno de campo, y lo escribí por mi abuela, Carmen la gordita, que nunca vio el mar y no le duele ni le importa morirse sin verlo, para ella el agua que le importa y que recuerda es la del río que la vio nacer y crecer, al lado de la casita en la que vivía con su familia, en el campo. En mi pueblo, yo soy de Carmen la gordita, esa bebé que nació muy sanita y rolliza en tiempos de escasez y mucho trabajo y de ahí viene el mote de mi casa materna. Ella siempre dice que donde hay gordura hay hermosura, y que oveja que bala bocao que pierde. Quise llevarla conmigo cerquita para el premio de Artes y letras de FPdGi, así que conté con las amigas de @vestuariocarmen17 para que diseñaran un vestido con mis raíces y mi genealogía, una prenda artesana y única elaborada por personas que admiro. Aquí podéis ver el proceso y el resultado del vestido. La tela es viscosa ecológica, con proceso de fabricación que reutiliza el agua.
Gracias, Sofía y Arancha 🥰
Fotos de mi apañaito @jose__gonzalez 🖤